El hígado es el laboratorio de nuestro cuerpo: procesa nutrientes, filtra toxinas y almacena energía. Sin embargo, existe una condición cada vez más frecuente que pone en riesgo estas funciones sin avisar: el Hígado Graso (o esteatosis hepática).
Se la conoce como la “enfermedad silenciosa” porque, en la gran mayoría de los casos, no produce ningún síntoma hasta que el daño es avanzado.
¿Qué es el Hígado Graso?
Consiste en la acumulación excesiva de grasa dentro de las células del hígado. Aunque es normal tener pequeñas cantidades de grasa, cuando esta supera el 5% al 10% del peso del órgano, se considera una patología que debe ser tratada.
Existen dos tipos principales:
Hígado graso no alcohólico:
Relacionado directamente con el metabolismo, el sobrepeso, la diabetes y el colesterol alto.
Hígado graso por alcohol:
Vinculado al consumo excesivo de bebidas alcohólicas.

¿Por qué debe preocuparnos si no duele?
Al no causar dolor ni molestias evidentes, muchos pacientes postergan su tratamiento. Sin embargo, si la grasa se mantiene en el hígado por mucho tiempo, puede causar inflamación (esteatohepatitis), lo que con los años puede derivar en cirrosis o cáncer de hígado.
¿Cómo se detecta?
Generalmente, el diagnóstico es un “hallazgo”:
- ✓Ecografía abdominal: Es el método más común para detectar la acumulación de grasa.
- ✓Análisis de sangre: Cuando se observan enzimas hepáticas (transaminasas) elevadas.
- ✓Evaluación Especializada: Un hepatólogo puede determinar el grado de rigidez del hígado y el riesgo de progresión mediante estudios específicos.
¿Sabías que...?
El Dr. Marozzi realizó un Fellowship en Hepatología y Trasplante Hepático en Barcelona, en el Hospital Clinic, uno de los centros líderes del mundo en esta especialidad. Su formación internacional le permite ofrecer un tratamiento de vanguardia para enfermedades hepáticas.
El enfoque del Dr. Fernando Marozzi
Como especialista con formación internacional en el Hospital Clinic de Barcelona y el Hospital Posadas, el Dr. Marozzi aborda esta patología desde una perspectiva de prevención activa.
La buena noticia es que, detectado a tiempo, el hígado graso es reversible. El tratamiento no se basa en una “pastilla mágica”, sino en un plan integral que incluye:
Cambios en el estilo de vida
Ajustes nutricionales y actividad física personalizada.
Control metabólico
Manejo de la glucemia y el perfil de grasas en sangre.
Seguimiento multidisciplinario
Coordinación con nutricionistas para asegurar que el hígado recupere su salud normal.
¿Te realizaron una ecografía y salió “Hígado Graso”?
No dejes pasar el tiempo. Una consulta temprana con un especialista en Hepatología puede evitar complicaciones futuras.
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Dr. Fernando Marozzi
Especialista en Gastroenterología y Hepatología
Fellowship en Hepatología y Trasplante Hepático - Hospital Clinic de Barcelona
